Un Día con un Perfecto Desconocido de David Gregory

  Por: José Antonio Mascareño Q.

Los humanos somos seres del cambio por naturaleza: cambiamos en lo personal, y tratamos de cambiar siempre lo que nos rodea; así es como surge la cultura, ya que esta es “la transformación de la natura”.

De alguna manera podríamos culpar al cambio, por lo cual las relaciones humanas son tan difíciles, ya que queremos que los demás cambien en concordancia a nuestra voluntad; los padres tratan de moldear a sus hijos conforme a lo que ellos piensan es lo mejor o adecuado. En las relaciones de pareja, alguno de sus miembros, en ocasiones ambos, se empecinan en cambiar al otro, para convertirlo en la tan ansiada “media naranja” que ha de complementarles. Los gobernantes, tratan de cambiar a los pueblos para lograr sus metas políticas. Pero, además, cuando dejamos de cambiar, nos estatizamos, nos paralizamos, y empezamos a morir.

¿Son todos los cambios benéficos y necesarios en la vida humana? Ya que, por lo general, los que se involucran en cambios, lo hacen para mejorar, crecer, avanzar, desarrollarse.

David Gregory, en esta su novela corta, “Un día con un perfecto desconocido”, nos confronta, precisamente, con los cambios. Esos días en que los encuentros pueden cambiar toda una vida.

¿Por qué las personas huyen?

Mattie es una mujer joven. Ella tiene un exitoso empleo como diseñadora de interiores. Está casada con Nick y tienen una preciosa bebé de dos años. Un compromiso de trabajo la obliga a viajar de Cincinnati a Tucson, y encuentra en este viaje un descanso para todas sus preocupaciones y desencantos suscitados en los últimos meses con su marido, a raíz de que este se ha vuelto un religioso empedernido; al grado de afirmar que tuvo un encuentro real con Jesús el de La Biblia.

En sus horas de viaje, para colmo de males, tiene una breve conversación forzada con su compañero de avión, que trata de convencerla de que Nick tiene razón, esto porque ella contesta, momentos antes de despegar, una llamada de su hermana, y comentan sobre su situación matrimonial, conversación que su vecino de asiento aprovecha para iniciar la charla. No le fue difícil cortar por lo sano, pero el mal momento no se lo quitaba nadie.

Hay otro caballero en el asiento del lado contrario, que después Mattie deducirá que es terapeuta, y con este entabla una conversación que se prolonga en la cafetería del aeropuerto de Dallas donde hacen transferencia de vuelos y, coincidentemente, el individuo en cuestión aborda el mismo avión con destino a Tucson.

No voy a contar más porque la idea es que ustedes lean esta novela corta de 130 páginas. Interesante el tema en un relato muy fluido, con puntos que vale la pena considerar relacionados con la relación de pareja, el trabajo, la religión y, sobretodo, el cambio.

Cuéntame un Libro

Autor: David Gregory

Traductor: Alberto Magner

Editorial: Vintage Español 2006

País: Estados Unidos