Super Martes Latino

Por José López Zamorano
Para La Red Hispana 

Aún están frescas las sorpresas del Súper Martes electoral, la más notable de las cuales fue sin duda  la resurrección política del ex vicepresidente Joe Biden, quien apenas la semana pasada aparecía batido y desinflado por la arrolladora del socialista demócrata Bernie Sanders. 

California y Texas fueron sin duda los estados más importantes del Súper Martes, no sólo por el número de delegados sino porque al menos uno de cada tres votantes elegibles era latino. Las cifras preliminares en esos estados arrojan indicios importantes sobre la percepción de la comunidad hispana hacia los dos principales aspirantes demócratas. 

Sanders ganó de manera cómoda California con un claro apoyo de los votantes latinos, la mayoría de los cuales son de origen mexicano. Podría pensarse que la derrota de Biden fue un voto de castigo de la comunidad mexicana por haber sido el lugarteniente durante 8 años de Barack Obama, quien encabezó la deportación de 5 millones de inmigrantes indocumentados, lo que le valió el título de “deportador  en jefe”. 

Aunque Biden declaró en una entrevista a Univisión, realizada antes de Súper Martes, que la política de deportaciones del presidente Obama fue un “error”, no pareció haber sido suficiente para revertir la ola de apoyo hispano a Sanders. 

De acuerdo con encuestas a la salida de las urnas, un 49% de los latinos de California votaron por Sanders. Sólo 19% por Biden. En Texas la historia fue similar. Un 45% de los votantes latinos se inclinó por Sanders y un 24% por Biden. 

Otras encuestas mostraron que entre los temas de interés para los votantes latinos destacan, en ese orden, el cuidado de salud, la igualdad económica y la migración.  Es lógico pensar que la propuesta de Sanders de un programa de cobertura de salud universal y mayores impuestos a los que más tienen, resonaron positivamente entre latinos. 

El Súper Martes perfiló así la carrera por la nominación presidencial demócrata como una competencia entre dos: Biden y Sanders. 

Un día después del Súper Martes hablé con varios empresarios latinos participantes en la reunión anual de la Latino Coalition, de orientación conservadora.  A nadie de esos empresarios con los que hablé le gusta como Trump trata a las latinas y latinos, pero todos están muy contentos con sus políticas económicas: baja de impuestos, desregulación y desempleo récord. 

La lección es entonces que el apoyo latino no puede darse como garantizado. Y que ambos partidos deben esmerarse por tratar a los latinos con el respeto que nos merecemos, tanto en las formas del trato como en la sustancia de las políticas trascendentes para nuestra comunidad. 

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