Las Comadritas 07/08

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(Ring, Ring)… – ¡HOLA COMADRITA! DICHOSOS LOS OÍDOS. – Buenos días comadrita, ¿cómo la trata la vida? – PUES NO ME QUEJO COMADRE, ESTOY BIEN GRACIAS A DIOS. ¿Y USTED CÓMO ESTÁ? – De salud bien comadre, el encierro es el que me cala. – LE CREO COMADRE Y, PERDONEME QUE LE DIGA, PERO ES PORQUE USTED ES “PATA DE PERRO”. PERO… ¿A POCO NO SALE NI AL PATIO, COMADRE? – Sí comadre, pero ahora con este calorcito no puede uno hacer muchas cosas afuera. – PUES QUIÉN LE ENTIENDE COMADRE, NO QUIERE ESTAR ENCERRADA Y NO QUIERE SALIR. ¿QUÉ PASO CON SU ALBERCA? – ¡Ay comadre! Ya sabe cómo es mi Jilemón, ya se le pasó la calentura y no la ha llenado. – ¿Y QUE USTED ESTA MANCA, COMADRE? ¿NO DICE QUE ES “CH-P-T” PARA TODO? NADA MAS ÉCHELE AGUA Y CLORO Y YA ESTÁ. – Tiene razón comadre, verá que la voy a llenar en la noche y mañana tendremos “Acapulco en la yarda” – ASÍ ME GUSTA OIRLA COMADRE, “GIVE ME FIVE”. OIGA COMADRE, ¿CÓMO LE FUE CON LA TORMENTA ELÉCTRICA? – ¿Cuál tormenta comadre? ¿A qué hora fue que yo no oí nada? – ¿NO ME DIGA QUE NO ESCUCHÓ LOS TREMENDOS TRUENOS Y VIO LOS RELAMPAGOS LA SEMANA PASADA POR LA NOCHE? – Le juro que no escuché nada. Lo que pasa es que yo me acuesto a dormir. Yo tengo la conciencia tranquila. – ¿QUÉ INSINÚA COMADRE, QUE YO NO? – No se enoje comadre. Usted misma me ha dicho que tiene el sueño muy ligero, que cualquier cosa la despierta, hasta el vuelo de un ángel. – SI COMADRE, APARTE QUE YO SIEMPRE LE HE TENIDO MIEDO A LOS RELAMPAGOS Y TRUENOS, DESDE QUE ERA CHIQUITA. – Pues fíjese que yo de chica también, pero era porque mi mamacita les tenía pánico. Figúrese que a mis hermanitos y a mí, en cuanto empezaba a tronar, nos subía a la cama de madera; tapaba los espejos y las ventanas; escondía las tijeras, los cuchillos y todo lo de metal; nos quitaba los pasadores del cabello y nos tapaba la cabeza. – ¿Y ASÍ ESTABAN HASTA QUE PASABA TODO? – Sí comadre, era todo un show. Y, hablando de otra cosa, ¿cómo le fue el 4 de julio? – PUES BIEN COMADRE. YA QUE OBSCURECIÓ, SALIMOS EL RUTILO Y YO AL PATIO, CON UNA CERVEZA EN LA MANO A VER Y OIR TODA LA TRONADERA, HASTA PARECÍA QUE ESTABAMOS EN UN CAMPO DE BATALLA. EN VERDAD QUE SE VIÓ TODO MUY BONITO. – Sí comadre. ¿Oyó los que quemaron mis chavalos? – SÍ COMADRITA, Y HASTA TOMÉ VIDEO PARA MANDARLE A MI NIETO A MÉXICO. ¿Y QUÉ HIZO DE COMIDA COMADRITA? – Pues ya sabe comadre, lo tradicional en estas fechas: “las democráticas hamburguesas, que por cierto no son de Hamburgo, y los hot dogs”. Y el Jile y yo, nos tomamos unos “mojitos”. – Y AHORA TODO ESTUVO TODO MUY TRANQUILO, YA PARA LAS ONCE DE LA NOCHE NO SE OÍA NADA. – Si comadre, ahora no hubo diversión para los grandes, sólo para los huercos… Bueno comadrita, me dio gusto saludarla, ya me tengo que ir. – SÍ COMADRE, A MÍ TAMBIÉN. ME DEBE MI HAMBURGUESA… ADIU…